LAS PEQUEÑAS DOSIS DE “MACHISMO” QUE SOPORTAN LAS MUJERES CUANDO CONDUCEN EN COLOMBIA

LAS PEQUEÑAS DOSIS DE “MACHISMO” QUE SOPORTAN LAS MUJERES CUANDO CONDUCEN EN COLOMBIA

Mientras la mitad de las conductoras en Colombia lo enfrentan machismo cotidianamente, hasta el 85% de ellas ha sufrido algún tipo de comentario o actitud desagradable.

Las mujeres que conducen carros no escapan a los gestos machistas y deben enfrentarse en algunos casos a ataques y frases como “las mujeres no deben estar al volante” o “ellas no saben manejar”.

La existencia de estas expresiones incide directamente en una sociedad inequitativa y puede derivar en condiciones de inseguridad y riesgos que reducen las oportunidades de trabajo y proyección para las mal llamadas personas del “sexo débil”.

INSULTOS Y BOCINAZOS

Sobre la violencia en el tránsito, hasta el 67% de las conductoras han estado expuestas a estas actitudes imperdonables en este siglo, mientras que el 18% de ellas lo ha percibido con frecuencia. Dichas muestras son: subestimar sus capacidades como conductoras (84%), menos oportunidades laborales (12%) y que los hombres señalen sus errores (4%). 

El maltrato de baja frecuencia que representa el micromachismo se refuerza con pensamientos tradicionalistas y atavismos que suponen que ellas “no tienen capacidad” de realizar ciertas actividades o las desarrollan deficientemente. Ello genera un entorno de inequidad para las mujeres que maniobran vehículos. Estas actitudes se traducen en:

–          Acción de explicar algo asumiendo que la otra persona no lo sabe o le cuesta entenderlo. Por ejemplo, dar consejos no solicitados sobre cómo maniobrar un vehículo.   

–           Asumir que las mujeres no saben conducir. Algo ciertamente muy arraigado consiste en pensar que las mujeres tienen una menor capacidad para manejar

–           Preferir que un hombre sea quien esté al volante antes que una mujer.

–           Agresiones en ruta como agresiones verbales hacia las mujeres dentro de los entornos viales cotidianos. Los cerrones y los sonidos de bocinas de los carros tampoco están exentos y sobra decir que ponen en riesgo la integridad de todos.

–          La idea que prevalece acerca de que los hombres son quienes dominan en los entornos viales puede provocar que ellas no decidan estar preparadas ante eventualidades, tales como averías, accidentes u otros problemas de tránsito.

–     Muchas mujeres corren el riesgo de asumirse como “no aptas para conducir”, por lo que les puede costar un esfuerzo extra llegar a hacerlo. Esto resta a su autoestima.   

 

LO MÁS VISTO

Últimas Noticias

ÚLTIMA EDICIÓN revista digital interactiva

KIOSKO

Tecnología

deporte

retro

Parte superior